Los cultos y las religiones en Vietnam son muy diversas y constituyen prácticas de carácter popular, tradicional y ritual, estrechamente vinculados con su vida económica y sus actividades culturales y espirituales, aunque también hay una buena parte de la población que no profesa ninguna creencia o religión.

En tiempos antiguos, se creía que todo ser y objeto del universo poseía alma, por ello se consideraban y veneraban figuras divinas como el Sol, la Luna, el Río, el Mar, la Lluvia, la Tierra, el Arroz…a los que se rogaban ayuda, protección y ventura.

Lo que si pude comprobar en cada casa particular que visité, es que la práctica mas extendida en Vietnam es el culto a los ancestros. Culto que tiene una gran importancia social y moral en la sociedad vietnamita.
Cada familia en su casa tiene un altar, lugar sagrado en donde cada aniversario de su muerte y los días festivos, los parientes del difunto se reúnen. El hijo mayor preside las ofrendas ceremoniales de alimentos e incienso, y a continuación toda la familia se dirige a la tumba del fallecido.
En muchas tiendas de Vietnam vi que vendían lotes de dinero (falso por supuesto) y es que uno de los ritos mas curiosos del culto a los difuntos es el de quemar ese «dinero de papel» con el fin de proporcionarle al fallecido los fondos necesarios para hacer su vida en el otro mundo más feliz.
No rendir culto a los antepasados está considerado un grave acto de impiedad filial que condena a los antecesores a una vida de infernal vagabundeo, subsistiendo de la caridad.
En mí recorrido por el país encontré gran cantidad de pagodas y templos que reflejan la diversidad cultural de las prácticas religiosas en Vietnam y que mas a mas hacen la función de centros sociales y políticos aparte del religioso.

Podremos ver templos dedicados al Confucionismo, Budismo, Catolicismo y Protestantismo. También tenemos algo de islamismo y por último la más curiosa y autóctona de Vietnam: el Caodàismo, fundada en 1926 y que básicamente se extiende por los sectores rurales de la región del Delta del Mekong, al sur de Vietnam. El Cao Dai es una síntesis de diferentes creencias, incluida la enseñanza de Buda, Jesús, Confucio, Lao-Tse, Victor Hugo, si, he dicho Victor Hugo ya que piensan que la literatura es un medio para llegar a la iluminación y así sucesivamente. Fundada en 1919 por Le Van Trung estableció un modelo jerarquía sacerdotal como la católica romana a lo largo de las líneas. La sede de Cao Dai está en Tay Ninh, provincial de Can Tho.
Templos que a veces también son un poti-poti ya que los dioses que se adoran en los templos varían de un pueblo a otro. En algunos de ellos las estatuas de Confucio comparten el espacio con imágenes taoístas o budistas. Es mas, en el norte es frecuente ver también a héroes de la guerra de Vietnam entre las hileras de estatuas. Así mismo, en más de una dinh (templo comunal) se puede quemar incienso ante una estatua a tamaño natural del Tío Ho, asi llaman cariñosamente a Ho Chi Min.
En Vietnam hay plena libertad de religión y no religión. Resultado de esta gran tolerancia es que nunca ha

existido fanatismo religioso o una guerra religiosa en Vietnam. La persecución de los católicos bajo el reinado de Tu-Duc se llevó a cabo porque La Corte creía que los misioneros y los cristianos eran los espías de las potencias coloniales.
La Constitución de la República estipula que «todo ciudadano tiene derecho a la libertad de creencia y religión, a profesar o no una religión cualquiera. Las religiones son iguales ante la Ley. Los lugares de culto de las creencias y religiones son protegidos por la ley. Nadie puede violar la libertad de creencia y de religión, o aprovecharse de las creencias y de la religión para contravenir la Ley y la política del Estado».
Ya lo veis, unos pueden rezar a Buda, otros a Lao Tsé o incluso a Ho Chi Min para invocar el Tao o Camino. Otra cosa es que a lo mejor le piden una tele en color o una moto como la de su vecino…