Cada vez que me dejo caer por Tenerife y entramos en conversaciones coloquiales, no dejo de oír historias de Cambuyoneros y os preguntareis que es eso o quienes son….veréis, corrían los años 40 y la Segunda Guerra Mundial y una recién acabada guerra civil llevaban a España a la miseria y al paro. Fueron tiempos duros y en Canarias mas a mas, agravados por la distancia y por sus pocos recursos.
Todos buscaban protección y milagros en lo divino, pero les pesaba más el sueño de hacer las Américas.

Los canarios carecían de casi todo, menos tiempo. Su distracción era la llegada a puerto de los grandes vapores de la Compañía Trasatlántica que cubrían la ruta de las Américas. Los muelles de la capital tinerfeña se convertían en un hervidero humano y de vehículos cada vez que estos trasatlánticos atracaban y el sueño era el que algún día serian ellos los que viajarían a ese remoto lugar en busca de fortuna.
Al margen del bullicio formado por particulares, ante la llegada de familiares y amigos, era espectacular la cantidad de representaciones que acudían cada vez que un barco llegaba a puerto. Los primeros en subir eran los funcionarios de sanidad exterior, después seguían los policías de puerto, servicio de emigración, puertos francos, correos, proveedores de comida y de material naval, aguada, combustible, maleteros, estibadores…Era curioso como más tarde casi todos bajaban del buque llevando consigo un pequeño detalle, casi siempre azúcar blanco, café, y un cartón de cigarrillos, todo obsequio del barco.
Pero eran los Cambuyoneros los más deseados por parte de los miembros de la tripulación. Ellos dominaban el trueque y el contrabando y eran los primeros en tomar contacto con la cubierta del buque. Se convertían por unos instantes en auténticos funámbulos al escalar por medio de cuerdas y desde sus propios botes mientras el barco aun realizaba sus operaciones de atraque.
Y de donde viene la palabra cambuyón? Pues dicen los lugareños que de la corta frase en ingles “come buy on” y es posible, porque muchas de las expresiones autóctonas tienen su raiz en Gran Bretaña y la realidad es que el campesino (mago) canario, siempre ha acomodado su ingenio al empleo de la palabra en cada caso y esta de Cambuyón es muy intuitiva.
Los años 40 eran años de cartilla de racionamiento que daban derecho a recibir los productos proporcionados por la Comisaría de Abastos, como garbanzos, batatas, bacalao, aceite vegetal, azúcar moreno, tocino y algún que otro extra como café, chocolate o jabón. Pero el resto como la carne, mantequilla, azúcar blanca, aceite de oliva, etc., y otros los lujos como el whisky, cigarrillos, penicilina…todo eso se encontraba en el mercado de estraperlo de los Cambuyoneros.
Los Cambuyoneros crearon todo un sistema económico y social al margen de la ley pero que mantuvieron la ilusión y ganas de vivir en unos años muy jodidos…y hoy en día los canarios aun recuerdan y se enorgullecen de ello.