Revisando estos días material fotográfico y en concreto viendo las fotografías de mi estancia por la Rusia reciente, veo una presencia constante a lo largo de todas las ciudades que visite: las cúpulas con forma de bulbo que coronan tantas iglesias ortodoxas. Estas cúpulas se caracterizan porque la sección más ancha no es su base, como en el orbe católico, sino que se expanden hacia arriba, antes de empezar a perder diámetro en busca del vértice que culmina el domo, pero lo cierto es que este tipo de construcción tiene un significado profundo para los creyentes del cristianismo ortodoxo.
No se sabe a ciencia cierta cuándo y por qué empezaron a popularizarse estas cúpulas, una incertidumbre motivada por el uso de la madera como materia prima de los primeros templos erigidos en Rusia: muchos han desaparecido o se reconstruyeron hace ya varios siglos, sin que existan referencias fiables sobre ellos.
Y bien se sabe que, como los demás elementos arquitectónicos de los templos ortodoxos, todo en las cúpulas tiene un significado profundo, un simbolismo trascendente y fácil de interpretar cuando se dispone de algunas claves.
Daremos un rapido paseo por iglesias ortodoxas de Rusia. Veremos iglesias y cupulas de San Petersburgo, Kizhi, hechas de madera y patrimonio de la humanidad por la Unesco, Goritzi, Yaroslavl i Moscu.
Vereis,…cada cifra transmite un mensaje. La primera información sagrada que proporcionan las cúpulas procede de su mismo número: una sola cúpula alude a que la iglesia está consagrada al Dios Único; tres, a la Santísima Trinidad; cinco, a Cristo y a los cuatro evangelistas; siete, a los sacramentos,- nueve, a las categorías o jerarquías de los ángeles; trece, a Cristo y a sus apóstoles; 33 a los años que Cristo vivió corno hombre…
Y las formas? Pues sí, las formas también hablan a los fieles. Así, la tradicional forma de bulbo o “acebollada» se inspira en la llama de una vela y alude al papel de la lglesia como “luz del mundo”. Muy emparentadas están las cúpulas con forma de yelmo, que representan la lucha, el papel combatiente de esa misma lglesia en la erradicación de las fuerzas de las tinieblas. Las cúpulas de la moscovita catedral de San Basilio son un caso aparte, al ofrecer un colorido anticipo de la armónica belleza de la Jerusalén Celestial y del Reino de los Cielos.
Y el color? Pues el color es otro rasgo trascendente de las cúpulas ortodoxas. Cuando su exterior es dorado, las vincula con Dios Padre o con Cristo. El color azul, por su parre, identifica los templos consagrados a la virgen María. Y el verde es el color de las iglesias dedicadas al Espíritu Santo, aunque, excepcionalmente, también se usa en los edificios consagrados a los santos; en estos últimos, no obstante, es más común el exterior plateado.
Ahora cuando veáis una iglesia ortodoxa ya podréis interpretar los pensamientos de quien la construyó…