De mi estancia por las verdes tierras de Irlanda y en especial de su capital Dublin me queda el recuerdo de un lugar especial, un puente peatonal construido en 1816 sobre el río Liffey, en Dublín. Construido en hierro fundido y madera y que tiene por nombre Ha’penny Bridge. Salir de copas o mejor dicho de birras al atardecer y ver como el sol se esta despidiendo, debería convertirse en actividad de obligado cumplimiento pasear en estos momentos por sus alrededores.
Inicialmente, cuando se construyó fue bautizado como Wellington Bridge en honor a Arthur Wellesley, primer Duque de Wellington. Oficialmente y desde 1922 recibe el nombre de Liffey Bridge, pero allí todos lo conocen como Ha’penny…
Fue la primera estructura hecha para peatones para atravesar de un lado a otro ya que antes, sólo era posible hacerlo por medio de balsas El que fuera su constructor, William Walsh, era también el propietario de la pequeña flota de transbordadores ( 7 balsas ) que se usaban para cruzar el río. Estos estaban en tan mal estado que las autoridades le ofrecieron dos opciones: arreglarlos o construir un puente.
Para sufragar el coste de construcción y seguir generando ingresos con su negocio, se le permitió cobrar durante cien años un peaje. Medio penique al principio, de ahí su nombre popular Ha’Penny que terminó convirtiéndose con el tiempo en uno y medio. Este peaje dejó de cobrarse en 1919
Una de las condiciones que aparecían en el contrato de explotación del puente suponía un gran riesgo para el constructor. Si los ciudadanos de Dublín ponían objeciones al puente o el peaje durante el primer año de funcionamiento, éste tendría que ser demolido sin recibir ninguna compensación económica. Por lo visto, no hizo falta…
En 2001, se estimó que unas 27.000 personas usaban el puente diariamente para atravesar el río Liffey. Debido a ello, un análisis estructural indicó que era necesaria una reforma urgente. El puente estuvo cerrado casi un año y se aprovecho para devolver al Ha’penny Bridge su color blanco original, y por ello lo hizo destacar aún más en medio de los tonos de gris de la ciudad.
Algunas personas también conocen a Ha’penny Bridge como el “puente blanco”. Uno de los más bellos entre los diecisiete esparcidas por el río Liffey y es por ello que atrae a tantas parejas apasionadas que aprecian el nacer o la puesta del sol y sujetan candados en la estructura de hierro, para sellar su amor eterno.
Atravesar diariamente el Ha’penny Bridge forma parte de la rutina de muchos irlandeses y sigue siendo uno de los rincones más románticos y bonitos de Dublín. Y cuando anochece…más…