Hemos vuelto de vacaciones con una tarjeta de memoria llena de fotos de nuestro viaje y ahora que?…….Si habitualmente doy consejos para hacer mejores fotos hoy daré una serie de consejos para enseñar tus fotos a los demás, y que conste que no es tarea fácil como pueda parecer a simple vista. Si tan importante es hacer buenas fotos, también lo es como enseñarlas luego. Por lo tanto hay que seguir una serie de consignas para mostrar a tu audiencia el resultado de tu trabajo de modo que consigas trasladar toda la magia que percibiste en el momento de hacer tus fotografías.
Vamos a convertir el momento de enseñar tus fotos en una experiencia gratificante mediante la cual tu valía como fotógrafo se verá ampliada en tus entornos más cercanos a través de estos simples consejos.
En primer lugar utiliza un programa para presentaciones. Es el punto fundamental de partida. Olvídate de visionarlas directamente desde la carpeta correspondiente o meter el CD con tus fotos en tu reproductor multimedia del salón para verlas en la televisión directamente, sin orden ni concierto. Hay programas suficientes tanto de pago como libres para hacer presentaciones con tus fotos. Edita con estos programas tus fotos montando una “película”, incorporando efectos visuales de transiciones, música de fondo, e incluso haciendo capítulos.
Selecciona tus fotos, reconociendo que tienes fotos que son mejores que otras, los fotos tienen que hablar por si mismas y la imagen tiene que transmitir mensaje. Haz una selección de las mejores fotos que hayas hecho en el viaje o evento que quieras mostrar y guarda las demás. Por lo tanto cuando selecciones tus fotos, piensa en un leit motiv o hilo argumental.
Cuenta una historia, ya sea la de un evento, viaje, historia, etc… Ordénalas y asegúrate de que la manera en que van apareciendo por pantalla tiene un sentido. Hay veces que se pierde el mensaje si no hay orden a la hora de mostrar las fotografías.
Las fotos están contando la historia por ti, por lo tanto no hables en la presentación. No distraigas a tu audiencia. Las fotos tienen que hablar por ti y si técnicamente son correctas, ellas contarán con una fuerza visual suficiente como para hablar por si solas y no tener que explicarlas.