Este fin de semana he decidido hacer un minitour cruzando el Valle De Aran, en el pirineo ilerdense, entrando por el túnel de Vielha y saliendo por el Port de la Bonaigua, y aprovechando que me iba de paso, he subido hasta el Pla de Beret para acercarme hasta Montgarri. Una excursión de una horita y media andando, para visitar este pueblo abandonado y olvidado en el fondo de un precioso valle y que su bien mas preciado es el Santuario de Nuestra Señora de Montgarri. Idílico lugar…
El Santuario está situado en el municipio del Naut Aran del Valle de Arán junto al rio Noguera Pallaresa, en la vertiente sur de las montañas de Es Bandolèrs. La fundación del santuario se remonta a los años 1117-1119 en el lugar y según cuenta la tradición, encontraron a la Virgen María. No obstante el edificio actual es del siglo XVI y en sus alrededores aún se conservan los restos de las casas de lo que antaño fue el pueblo de Montgarri.
Montgarri nació aprovechando la cercanía del Noguera Pallaresa y sobrevivió durante años gracias a la ganadería y a los pastos de alta montaña. Esta situado a la nada desdeñable altura de 1645m y es el último pueblo de la Val d’Aran, poco antes de entrar en el Pallars Sobirà a través del camino que lleva a Isil. Este camino tiene mucha historia, no sólo porque se usara como acceso para mercancías y paso de habitantes, si no porque fue utilizado por los judíos que huían de la represión nazi alemana y que entraron en nuestro país. La existencia del Santuario también nos indica la bonanza que vivieron en su día los habitantes de este valle, Fue no obstante la carretera del puerto de Bonaigua lo que dejaría esta vía de paso en el olvido y que llevaría finalmente al abandono del pueblo durante los años sesenta, a esto hay que añadir las duras condiciones de vida a consecuencia del clima, con sus inviernos muy crudos, dónde raro era el año en el que no tuvieran que, a causa de la nieve, cavar túneles para acceder a sus casas y al aislamiento al que estaba sometidos sus habitantes. Hoy en día, de las antiguas edificaciones del pueblo ya solo quedan restos pero aun se puede adivinar el trazado de alguna de sus calles.
Parece ser que el pueblo de Montgarri, más o menos, a mediados del siglo XIX, se componía de unas 13 casas, un primer conjunto de 3 se hallaban entorno a la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Montgarri y el resto de las casas se ubicaban a unos diez minutos andando. Su medio de vida era la agricultura y ganadería, los cultivos, por la dureza del clima, se limitaban básicamente a prados para alimentar al abundante ganado vacuno que se criaba en la zona. La subsistencia se completaba con pesca y caza de perdices, cabras montesas, lobos e incluso algún que otro oso.
Montgarri es uno de esos sitios que dan para hablar muchísimas tardes, desde la historia que cuentan de la muerte de su última habitante, que fue enterrada bajo la nieve por su marido, a fin de que se conservara y poderle dar en primavera una sepultura digna bajo tierra, cuando el deshielo lo permitiera, hasta historias tan interesantes como el paso de Mossèn Cinto Verdaguer por estas tierras en una romería allá por el año 1883.
Con el abandono definitivo, Montgarri cayó preso víctima del olvido y hasta padeció durante años el expolio de quienes pasaban por allí, quedando en la actualidad poco más que cuatro paredes y vigas…
Hoy Montgarri es un rincón abandonado donde duerme el olvido y habita el silencio,.