Dice una leyenda que la hermosa hada Lavandula, rubia con ojos azules, nació entre las lavandas salvajes de la montaña de Lure, en los Alpes de la Alta Provenza. Un día que repasaba su cuaderno de paisajes buscando un lugar para quedarse, se paró ante la página de la Provenza y se puso a llorar al ver los pobres terrenos incultos y al caerle lágrimas color lavanda, estas mancharon la página que estaba mirando. Al intentar tapar su torpeza, la hada secó sus ojos azules pero ocurrió lo contrario cuando finas gotitas se desparramaron de nuevo otra vez sobre la página. Desesperada, sobrepuso un gran lienzo de cielo azul sobre esta Provenza para olvidar de una vez todas esas manchas.
Pues dicen que desde aquel día, la lavanda crece en estos terrenos y las jovencitas rubias de esta región tienen en sus ojos azules lentejuelas irisadas de color malva lavanda, sobretodo cuando en las tardes de verano, miran al cielo azul radiante cayendo sobre los campos de lavanda en flor!