Cuenta la leyenda que cuando Buda murió, su cuerpo fue incinerado en una pira de sándalo y su diente canino izquierdo fue encontrado en la pira funeraria por una de sus discípulas, que lo entregó al rey de Dantapuri, para ser venerado. Se forjó la creencia de que el poseedor del diente tenía el derecho…